La crisis de los cuarenta (y uno)

Con el paso de los años, me va agobiando más la idea de que la vida no tiene días suficientes para viajar a todos los lugares que quiero conocer, leer todas las novelas que me gustaría leer, y ver todas las pelis que quisiera haber visto ya. Hoy, de pronto, mientras conducía, me asaltó una idea aún peor: con toda probabilidad, no conoceremos al mejor cineasta de todos los tiempos; no podremos ver sus películas. Un auténtico desastre.