jueves, 28 de abril de 2016

Como Pedro por su casa


L. (a punto de cumplir 3 años), pasa las vacaciones en el pueblo de su bisabuela, una aldea burgalesa donde sigue habiendo gente gracias a que pasa por allí el Camino de Santiago. En verano está llena de peregrinos y de veraneantes. Durante el invierno, apenas viven allí 30 personas.
Aunque aún es pequeño, se mueve por el pueblo como pez en el agua. Allí todos le conocen. Al pasear por la calle, siempre hay alguien que se asoma a la ventana y le da palique. Y como él tiene correa para todos, casi siempre cae alguna golosina.
Un día desaparece de la entrada de su casa, donde estaba jugando. Toda la familia empieza a buscarle por el garaje, por la casa, por la era, por el pueblo....Hasta que alguien les dice que está en el bar de Pedro. Ha llegado, se ha subido a un taburete que hay junto a la barra y le ha dicho al tabernero "Pedro, ponme algo de beber".
Y Pedro le ha puesto un Aquarius, que es lo que más le gusta.
 

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