sábado, 5 de marzo de 2016

De bancos y otros demonios

I. se ha quedado viuda hace poco. Al gestionar la sucesión, sus hijos descubren que la mayor parte de sus ahorros están en un depósito bancario, firmado por su marido pocos meses antes de morir, que vencerá cuando ella tenga cerca de noventa años.

Le sale del alma: "Qué cabrón. No vuelvo al cementerio"

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